Los adornos de Navidad son un elemento que tan solo se utilizan una vez al año. Por eso, es tan importante guardarlos en buen estado como limpiarlos antes de volver a colocarlos. Es habitual encontrarlos llenos de polvo, o incluso, deteriorados.
Consejos para que tus adornos luzcan ante tus invitados estas navidades:
El árbol de Navidad suele ser el elemento principal en muchas casas. Cuando lo sacamos de su caja año tras año, lo más norma es que este arrugado, con polvo y posiblemente algo deteriorado. Lo primero que debemos hacer es montarlo sobre su base y extender sus ramas para poder contemplar cómo esta. Cuando este totalmente montado, pasa la aspiradora con la boquilla pequeña y a velocidad baja, de lo contrario, absorberás las ramas. Te recomendamos que lo hagas en círculos de arriba abajo.
Una vez que has pasado la aspiradora, debes mezclar agua y jabón y junto con una bayeta, muy bien escurrida, tendrás que pasarla rama a rama, nuevamente de arriba hacia abajo. Cuando hayas terminado, deja que el árbol se seque. Lo ideal sería dejarlo un día. Es muy importante que se seque bien para que no se dañe el material y para evitar sobre todo problemas con las luces.
Los adornos son el complemento del árbol, a los que también tendrás que pasar una bayeta antes de ponerlos en el árbol. De nada servirá limpiar el árbol y si pones los adornos sin limpiar. También tienes que pasarles una bayeta muy escurrida con agua y jabón y secarlos posteriormente. De esta forma, mantendrán el brillo y lucirán en el árbol recién limpiado.
Deberás hacer el mismo proceso de limpieza en tu hogar antes de guardarlo para que se mantengan en buen estado para el año siguiente.